Irrumpe el Kun
Cuando uno ve a Sergio Agüero saltar al campo, rápidamente le viene la imagen de un alevín. Las medias subidas y el pantalón por debajo de la rodilla siquiera dejan entrever una porción minúscula de pierna. Sin embargo el genio está ahí. Dios vuelve a meterlo en un envase equivocado, en un tapón, en un barrile… ¡Perdón por la comparación! Aunque sea meramente anatómica. Comienza el partido y sigues viendo a un alevín, un tío que se lo pasa bien con la pelota y sin miedo a la gambeta. ¡Qué puta maravilla!. Además no se pierde en arabescos inservibles, ni intenta demostrar lo mucho que vale, va a por el gol.
En los tiempos del músculo, de los Diarras (salen como setas), de Capello y Materazzi, por fin aparece alguien que juega y no está en el Barcelona.
Es pronto para calcular la verdadera dimensión de Agüero, no podemos dejarnos llevar por el momento, pero no lo es para saber que los atléticos estamos de enhorabuena.
Los escépticos pueden ver su última temporada: Clausura 2006 y Apertura 2005.
Hoy, en el día en que Fernando Torres firma su renovación con el club todo el mundo está pendiente de la dupla. Torres puede ser el gran beneficiado de la llegada del Kun si deja de hacer estupideces como las del partido contra el Valencia. El espectáculo está garantizado. Por lo pronto han conseguido que uno tenga ganas de ir al partido del domingo. Otros equipos no pueden decir lo mismo.
Hay fútbol el domingo a las 7.
posted by Di Blassi @ 10:11 a. m.
3 Comments:
Muy acertado tu post. Veo grandes semejanzas en tus palabras con las que en su día pronunciaste sobre Torres.
Si le alejan de tonterias, le siguen dejando jugar a la play y alguna pajilla de vez en cuando.
Desde luego el chaval tiene mucho futbol, tiene mucho gol. Hay que confiar en Aguirre y que le siga dosificando. En Bilbao le dieron más patadas que en toda la pretemporada.
Estoy absolutamente de acuerdo contigo. El domingo a las 19 horas hay fútbol, y además del bueno.
Pajilla?
No veas a las fulanas que se tira.
Eliana Guercio en la portada de interviu esta semana.
En algo sí se parece a Maradona
No creo en Dios, pero sí en Maradona. Veremos si creo en Agüero. Pero me temo que para que podamos creer, habrá que quitarle presión y exigencias
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