19.7.06

ROBERTO GÓMEZ. El sueño americano con pasaporte de Extremadura. Matorretratos II

Roberto Gómez es la demostración palpable de la existencia del sueño americano con pasaporte de Extremadura. Demuestra cómo se puede hacer de la necesidad, virtud; y del defecto, efecto. Demuestra cómo en este país no importa lo tonto o listo que seas, si haces ruido, serás alguien. Es tan notable su ascensión que sólo su caída se presenta tan atractiva.

Y es que en poco tiempo ha pasado de ser el bufón de García a liderar tertulias televisivas en prime time. De ser ignorado sistemáticamente por la audiencia a ser el mayor generador de ingresos por mensajes de Radio Marca. De ser mofa en el colegio a ser hombre-anuncio, como en la foto. Su mayor capacidad es no generar indiferencia. Aglutina insultos como sólo es capaz de hacerlo Arzalluz. Es más, hay analistas políticos tan serios y neutrales como Miguel Ángel Aguilar y Pilar Rahola que ven en Roberto al causante de la baja difusión reciente del exjesuíta pacifista.

La audiencia ya no ve o escucha programas, sólo se posiciona a favor o -sobre todo- en contra de Roberto. Es como Marlon Brando. Y no sólo por su peso, sino porque puede haber veinticinco personas en una tertulia, que sólo puedes fijarte en Roberto. Hace poco hice una entrevista de trabajo a un tipo que parecía normal hasta que de repente, decidió posicionarse en la vida. Y no lo hizo poniéndose a favor de la pena de muerte o en contra del aborto y la eutanasia, lo hizo declarándose fan de Roberto Gómez. En ese momento perdió el puesto de trabajo. Al rato, descubrí que era un desequilibrado con tendencias esquizoides.

Es obvio que su talento es escaso. Ni vocaliza bien en la radio, ni sabe mirar a pantalla en la tele, ni sabe conjugar el uso de los verbos por escrito. Sus opiniones suelen carecer de la lógica más básica, su memoria de mal estudiante le hace proporcionar datos sistemáticamente erróneos, y sus primicias tienen la fiabilidad de una portada del “As” un domingo sin fútbol. Pero ahí está, triunfando en todos los medios posibles, convirtiéndose en un hombre renacentista pese a tener un cuerpo más propio de un exsenador romano.

Y es que Roberto Gómez es la demostración de que, en el deporte, el tamaño tampoco importa. Cultiva su físico con la misma premeditación y alevosía que Mister Olimpia. Sólo que ha pasado de deglutir en el VIP’s de Neptuno a comer y cenar a diario en el Asador Frontón. Y ha pasado de sólo hablar con el camarero a departir con presidentes y directores deportivos.

5 Comments:

At 11:54 a. m., Blogger Alberto Córdoba said...

¿Quiénes son U2 y Nelson Mandela? Pippi multiplica audiencias y Roberto, multiplica ingresos por mensajes

 
At 4:48 p. m., Blogger Unknown said...

La verdad es que Roberto Gómez es todo un personaje. Reconozco que no le aguanto, pero no sé que tiene que cuando habla en El Rondo me quedo a verle. Menos mal que no lo soporto, que si encima me gusta me caso con él.
Saludos.

 
At 7:51 p. m., Blogger Alberto Córdoba said...

Iré avanzando ciertos datos. Sólo dejaré caer un dato: Es hombre

 
At 3:46 a. m., Anonymous Anónimo said...

vaya mierda de blog que va haciendo spam por todos sitios. nada novedoso: articulos ya leidos y comentarios tan solo de sus participantes. malo y con ganas.

 
At 7:29 a. m., Blogger Alberto Córdoba said...

Esnaider, veo que sigues el espíritu de tu homenajeado. En cuanto fallas un penalty, agredes al defensa.

 

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