El espectáculo debe continuar.
En 2006 Italia ha conseguido su 4º mundial setenta y dos años después de conquistar su primer título en la segunda edición de estos campeonatos. Cualquier parecido entre ellos es mera coincidencia.
En el año 1930 se celebró en Uruguay la primera edición de la copa del mundo en la que participaron 13 paises, 19 menos de los que han acudido a Alemania este año. Uruguay ganaba el primer título y quedaba fuera de la fase final del último eliminada por Australia, un país de proscritos y olvidados en el año 30. Los estadios alemanes se han abarrotado de turistas de todos los rincones del mundo mientras que a Montevideo, única ciudad donde se compitió, apenas llegaban aficionados del otro lado del río de la plata.
Pero si a través de los datos es evidente que el torneo ha cambiado, a través de la evolución del juego lo es todavía más.
Los mundiales-aventura. Las expediciones mundialistas toman su nombre de lo que estrictamente significaba la expresión entre la década de los años 30 y la de los 50. Los equipos eran despedidos en los puertos por multitudes de decenas de personas y bien podían confundirse con los hombres que seguían a Amundsen o Livingstone a conquistar el mundo y la gloria. El torneo era un corto intervalo de tiempo entre las largas semanas de viaje para llegar de un continente a otro. Los futbolistas eran hombres de honor, en el sentido más sagrado del término, que lo ponían en juego en cada partido. Las crónicas llegaban a sus destinos junto con los protagonistas y eran leídas como relatos de épica y patriotismo. Y el fútbol, el juego, era lo que lo contenía todo. Era aventura, honor, épica, patriotismo, gloria.
Los mundiales-escaparate. El gran espectáculo de los mundiales de fútbol abarca desde al año 1958 hasta el mundial de España.
Ampliados como por una gran lupa gracias a la televisión, las grandes figuras y los grandes equipos acuden al mundial a demostrar a todo el planeta de lo que son capaces. A confirmar leyendas transatlánticas y enseñar nuevas formas de juego.
Pelé conquista 3 mundiales emergiendo como un niño-estrella y terminando al mando del que posiblemente haya sido el mejor equipo de fútbol nunca visto. Un equipo con un juego que no necesitó apellidos para quedar en la historia. Holanda alumbra el fútbol total entre el 74 y el 78 y demuestra que no es necesario ganar para triunfar. Bobby Charlton escenifica en la final del 66 el ´sangre, sudor y lágrimas´ de W.Churchill y Maradona esboza en el 82 lo que sucede, con 4 años de retraso, en México 86. El fútbol, el juego, es lo que se vió allí.
Los mundiales-negocio. En España ´82 compiten ocho equipos más que en argentina ´78 y en Francia ´98 ocho más que en EEUU ´94. La FIFA ha encontrado la gallina de los huevos de oro y se dedica a explotarla codiciosamente. El mundial de fútbol, bajo el mentiroso y prostituido término de mayor espectáculo del mundo pasa a ser el mayor negocio del mundo. Los futbolistas son un medio pero el fútbol no es el fin. Agotados por inacabables temporadas que aumenten el beneficio, los jugadores llegan sin fuerza físca ni mental. Ya han dado lo mejor de sí mismos y cualquier aficionado lo ha podido ver desde las antípodas del planeta. No tienen nada que demostrar y los equipos tratan de no ser peores que el contrario. En los últimos 19 años los mundiales no le han dado absolutamente nada a los aficionados al fútbol ni a su propia historia. Pero las cajas registradoras no dejan de sonar. El espectáculo debe continuar.
8 Comments:
Su calidad literaria la hubiera firmado Santiago Segurola, pero tiene un pesimismo más impostado que los mensajes de Ismael Serrano
Dimitri, ¿de qué país eres? Escribes muy bien, ¿qué otras cosas haces bien?
Yo soy uno de esos que trabajan en un periódico deportivo con los que no se identifican, jaja.
No me pregunten cómo caí aquí, ni yo sé... Pero me gusta lo que hacen. Nada como la impunidad de un blog.
Me permito agregar una clasificación más a sus mundiales: el Mundial propagandístico, en específico los de 1934 y 1978, que sirvieron como escaparate para los regímenes de Benito Mussolinni y Salvador Allende en Italia y Argentina respectivamente. Curiosamente, los anfitriones ganaron esos torneos, con alguna duda sobre ayuditas de los árbitros.
Felicidades, tienen un lector más.
Entiende, Mac, que no nos identifiquemos con los periódicos en los que trabajan. Desgraciadamente, en 1978 Allende llevaba muerto casi cinco años (desde otro 11-S, pero en el 73). Y no sé si Allende era buen o mal presidente, todo es discutible, menos que gobernaba sobre Chile. Sobre la Argentina de aquel momento lo hacía el General Videla, sustituido a continuación por un hombre de paja: el Coronel Galtieri.
Pero gracias, Mac, por darnos la razón
Vaya fotos tan espantosas
Tonto del culo, si no entiendes el significado de estas fotos no se qué coño haces en este blog. Aquí lo único espantoso eres tu, así que fuera de este blog anónimo gañán.
Ups... tienen razón, disculpen ustedes, era casi la 1 de la mañana en la tierra del mariachi cuando escribí eso y se me cruzaron los cables...
Disculpado quedas si estabas borracho. Si sólo estabas dormido, espero que al menos lo hicieras en compañía de la de la "espantosa" foto de arriba
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