11.7.06

Fútbol colectivo


El fútbol es un juego. Un juego hecho para ganar. Un juego para que un equipo gane a otro equipo. Y la única forma de hacerlo es jugar en equipo, ganar en equipo.
No importa el medio. Una rápida mirada a cualquier periódico o la escucha inoportuna de cualquier tertulia radiofónica o catódica nos da el mismo resultado: todos hablan de jugadores, nadie habla de fútbol. Desde la súbita creación de la figura del “crack mediático”, no sólo todos los jugadores quieren serlo a fuerza de patillas afiladas y complementos, sino que todos los periodistas quieren que éstos lo sean. No sé si los motivos son económicos en forma de mayor audiencia o son simplemente religiosos en la búsqueda de nuevos ídolos que venerar, pero entre unos y otros, ya no se habla de fútbol, sólo se juega al fútbol. Y curiosamente, como este Mundial demuestra, los cracks mediáticos de los que la gente habla son los que no ganan, sólo ganan cuando dejan de serlo y se convierten en futbolistas, en empleados dentro de una cadena de producción que tiene muchos productos intermedios y un único producto final: el gol. Así, el Ronaldinho de Brasil obsesionado con epatar sólo gana en el Barça cuando presta su talento para dar pases a Messi. Y el genial argentino deja de serlo cuando intenta conducir y regatear hasta su sombra para impresionar a Pekerman y así, volver a conseguir la titularidad. Pero la titularidad se gana de forma simple, se gana ganando, jugando en equipo, haciendo pases como norma y regates, como recurso. Ambos pierden con sus selecciones, ambos ganan con su equipo.

Y es que su equipo es el más claro exponente de la victoria colectiva. Grecia ganó la Eurocopa con un fútbol sesteante. Italia ha ganado el Mundial con el fútbol necesario. El Oporto o el Liverpool ganaron la Copa de Europa con un fútbol equilibrado. El Barça o el Madrid han ganado la Champions con un fútbol maravilloso. Todos han practicado un fútbol distinto. En todos había un denominador común: practicaban un fútbol colectivo. Un fútbol de escasa distancia entre líneas, de equilibrio en la distribución zonal, de apoyos continuos en la presión, de preparación milimétrica de las jugadas a balón parado, de sorpresas planificadas con el juego en movimiento. Un fútbol de grupo, un fútbol de equipo. Gracias a él, hay muchos jugadores que se han vuelto famosos, pero sólo se han convertido en cracks mediáticos al modo de Cristiano Ronaldo o Beckham, cuando han salido de esos equipos, cuando se han ido a sus selecciones.

Como siempre, el peligro es la demagogia. Fútbol colectivo no equivale a fútbol defensivo. Rijkaard o Del Bosque lo han demostrado. Pocos equipos tienen tan preparada la salida colectiva del balón como el Barça, pocos han hecho tanto daño con triangulaciones como el Madrid del salmantino. Haciéndolo destrozaban las defensas rivales, mantenían la pelota como modo de defensa y se distribuían de modo que estuvieran colocados para poder parar el presumible contraataque.

Pero aunque las apariencias sean muy distintas, entre Grecia y el Barça no hay tanta diferencia de conceptos
. Hay unidad de grupo y fusión defensa-ataque, con una diferencia clave. Y ésta no la marcan los cracks mediáticos, ésos como mucho marcan los goles. La diferencia la marca la calidad de los medios centros. Es la que hay entre Xavi y Déco, y Vassinas y Zagorakis. Unos hacen más rápida y precisa la transición y hacen excelentes a Messi y Ronaldinho, y los otros guardan el sitio, templan la pelota para esperar la salida conjunta del equipo y sacan los córners a la cabeza de Charisteas. No es la diferencia entre la derrota y el triunfo, es la diferencia entre el aburrimiento y la belleza.

2 Comments:

At 9:28 p. m., Anonymous Anónimo said...

Amén.

 
At 7:26 a. m., Blogger Alberto Córdoba said...

Para gente como Capello que odia a los medios centros distribuidores y sólo cree en la victoria, también en el Oporto estaba Déco, Redondo en el Madrid, en el Liverpool el inconmensurable Xabi Alonso y en Italia Pirlo. Y es que jugando sólo con medios centros como Vieira, Blassi, Dacourt y Emerson, necesitas a Luciano Moggi para ganar los títulos locales, necesitas un distribuidor para ganar los títulos europeos.

 

Publicar un comentario

<< Home