12.1.07

TEORÍA DE LA CRISIS PERPETUA

Una máquina de movimiento perpetuo asegura, sin más aporte de energía que el inicial, su propio funcionamiento indefinidamente. Los beneficios que de ellas se obtienen son tan grandes como evidentes. Desgraciadamente no son más que entelequias incompatibles con las leyes de la termodinámica.

El fútbol profesional es, desde hace algo más de una década, un enorme negocio montado sobre la idea del deporte competitivo como consumo global de masas. La versión moderna del concepto marxista de “opio del pueblo”. Y es precisamente el espectador el socio capitalista de todo el entramado, el que asegura los ingresos y el que permite el negocio.

Como paradigma de esta situación el Real Madrid se mantiene desde hace ya casi 5 años en una crisis perpetua desafiando todas las leyes de la que, por analogía, podríamos llamar la termodinámica deportiva o lo que es lo mismo la idea de que la supervivencia de un equipo de fútbol sólo la aseguran los éxitos deportivos.

Cabe plantearse que los últimos años de desmanes del florentinato y el comienzo de la nueva etapa liderada por Ramón Calderón sean un cúmulo de desmanes propiciados por su incompetencia y desconocimiento de los entresijos del mundo en el que se mueven. O quizá no lo están haciendo tan mal… para el objetivo que persiguen.
Es algo inocente pensar que Calderón (20 años en el entorno del fútbol), Capello (jugador del Milán en los 70….entrenador de la Juve en los 00) o Mijatovic sean unos ingenuos que se dejan engañar por los Ronaldos, Cassanos, Macris, o cualquier intermediario que ofrezca al gran Marcelo (¡qué valor tiene vestir la amarella aunque sólo sea en los minutos de la basura de un amistoso!) por sólo 9M€.

Y Para muestra, un botón. En medio del caos en el que está inmerso el Real Madrid, Mediapro le presenta una oferta de 1190M€ por 7 temporadas, algo absolutamente descabellado para quién todavía crea que un club que no consigue éxitos deportivos no funciona. “El Real Madrid es el mejor equipo del mundo”. El club lo dice, la prensa y la televisión se hacen eco, los aficionados se lo creen, llenan el estadio y compran los partidos (¡fútbol en abierto=sacrilegio!) y cuando el fútbol, porque en el fondo de todo algo de fútbol queda, lo desmiente llega una oportuna revolución con mediáticas caras nuevas en el campo, en los banquillos y en los despachos que aviva la ilusión por unos cuantos meses más.

Por supuesto todos los protagonistas se benefician. Los jugadores nunca gana menos a donde van que de donde vienen, los entrenadores engrosan su currículo e intervienen en fichajes… al igual que directores deportivos e intermediarios. Y por último los presidentes saben que tienen un plazo no muy largo para exprimir el sillón que les brinda, gratis total, la oportunidad de manejar presupuestos galácticos y relacionarse con las altas esferas de la política y la empresa a nivel mundial.

En cuanto a los aficionados. Bueno, quizá sólo sea un propósito de año nuevo pero estoy pensando seriamente en dejar el opio.

2 Comments:

At 3:03 p. m., Blogger Alberto Córdoba said...

Grande, muy grande su análisis, nicovela.

Quizá todo se haga aposta. Quizá convertise en multimillonario valga tanto como todo el odio que acumulan- Pero quizá, no.

Es claro que Florentino es mucho más rico que antes gracias al Madrid, pero dudo que más feliz. Ha pasado de ser considerado un gran gestor a Caín, el heredero del mal. Y eso cuesta muchas insatisfacciones.

Tantas, que ahora dicen que considera volver. Como si volviendo pudiera volver a cambiar su sino y conseguir volver a ser Abel. Yo, de momento, no lo quiero ver ni en pintura.

Prefiero seguir aguantando al guapo de Calderón. Al fin y al cabo, sólo le quedan dos semanas. Porque el mal no sólo tiene la cara de Florentino, el mal es mucho más feo: Villar Mir.

 
At 7:54 p. m., Anonymous Anónimo said...

Excelente artículo. Los males son muchos y variados. Todos los candidatos son deleznables.....

Mato, Florentino, sigue todavía más rico....y su ego, tambien

 

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