"murcieGalos"
El sabado sentado con mis sobrinos, con unas palomitas y con ganas de ver a mi querido atlético, uno de ellos, dijo ver un murciélago en la piscina. Le dije que sería un gorrión, porque los murciélagos suelen volar más bajo y a unas horas algo más tardías. Me quedé pensando en su inocente forma de llamarlos, es decir: "MURCIEGALOS".Joder, pensé. Hoy nos van a dar zapatilla estos pequeños vampiros.......
Su frase no pudo ser más adecuada. Cuando vi al equipo jugando a las cuatro de la tarde, con 42 grados, y con unas caras de susto ante la foma de chupadores de sangre del rival, mis expectativas se cumplieron desde el minuto uno de partido. Varios de estos jugadores, tenían la cara descompuesta por el terror. Pero no por el terror del enémigo si no por el pensamiento de verse crucificado a esas horas, pudiendo estar en la playa ajustando sus últimas horas de las vacaciones.
En el minuto 5 mis sobrinos habían pasado de mí. En el quince mi fiel amigo rojo y blanco, D. Luigi Di Blassi. En el 20 mi mujer me amenazó con el divorcio por no quitar ese tostón, y en el 90 milagrosamente se rompió la tele. No puedo dejar de pensar en el problema del atlético y no lo encuentro. Algunos dicen que la directiva, otros dicen que los jugadores, algunos el entrenador y mi padre, sabio el, dice que es culpa de la operación Malaya.
Como todos los años los fichajes, por nombre ofrecen cuando menos un respeto. Pero también como todos los años se dejan puntos por tratar, que serán finiquitados unas horas antes del inicio de la liga, y luego nos quejaremos de que si tal y cual.
Como digo, me siento incapaz de pensar en algo coherente. Pero me gustaría decir una cosa. Si yo fuera el dueño, Javier Aguirre habría dejado de entrenar al equipo el mismo domingo. La razón es sencilla:
No puedo adivinar que sea tan inútil. Si se ficha a un medio centro como Raul García, no es entendible que juegue como segundo delantero, y no de pie con bola. Señor Aguirre, le despido y encima me paga lo que hemos soltado por el rojillo. Amos no me jodas. Y así un sin fín de cosas...
2 Comments:
Ni sé cómo llegué acá pero, por fortuna, me choqué con un iteresante blog. Prometo volver. Saludos...
Te esperamos, deuche.
grandes y desternillantes comentarios, nando
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